Sombra obnubilada

No sé. Sí. Sí sé del fuego.

De la sombra obnubilada y de la caricia profunda…

que se cae o se levanta en los días grises

como rascacielos que preferirían ser árbol,

tronco o semilla,

sosteniendo más, algo más que cielos tristes.

Marta Molina Naranjo